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Únase a IAPBYong Ai Chee, Anne Buglass, Godfrey Mwelwa, Ronnie Graham, Hannah Faal y Ving Fai Chan
En 2017, Vision Action puso a prueba un programa escolar de salud ocular en el distrito de Kafue (Zambia). Tras examinar a 18713 niños, el 3,33 % tenía defectos de refracción no corregidos que afectaban a la visión y el 17 % padecía afecciones oculares no refractivas, lo que demuestra que existen necesidades críticas de salud ocular insatisfechas entre los niños de Zambia. Estos hallazgos son esenciales para la planificación futura, ya que no se disponía de estimaciones nacionales fiables sobre la discapacidad visual entre los niños.
El SBEHP se alinea con el Plan Estratégico Nacional de Salud de Zambia 2017-2021 y el Plan Estratégico Nacional de Salud Ocular 2017-2021. El Protocolo del Programa Nacional de Detección Escolar 2020 también se desarrolló a través del programa piloto. Todo lo aprendido en el programa piloto de Kafue apunta a la necesidad de ampliar las intervenciones del programa en Zambia. La cuestión es ¿cómo hacerlo sistemáticamente para garantizar su eficacia y sostenibilidad??
Al término del programa piloto, Vision Action llevó a cabo una sólida evaluación de la ampliación1 utilizando el marco OMS-ExpandNet para determinar el potencial de ampliación de la SBEHP, el alcance de la SBEHP, las funciones, responsabilidades y capacidades de las organizaciones asociadas, los recursos necesarios para poner en marcha la SBEHP y los facilitadores e inhibidores de la ampliación.
Quedan dos cuestiones pendientes. Uno, el enfoque de la clínica oftalmológica móvil puede ser eficaz para llegar a la comunidad a corto plazo, pero tendremos que abordar su sostenibilidad a largo plazo. En segundo lugar, sigue habiendo un gran número de niños sin escolarizar a los que no llega el SBEHP. Ambas cuestiones pusieron de relieve la necesidad de invertir en la escuela primaria de Zambia cuidado ocular y en los centros oftalmológicos, los dos componentes clave del éxito de un programa de salud ocular escolar. Un suministro fiable de gotas oftálmicas para la conjuntivitis debe ser prescrito y suministrado por el Centro de Salud/Puesto de Salud más cercano. El centro oftalmológico más cercano debe suministrar gafas, lo que evitará la necesidad de acudir a otros centros.
A pesar de que la salud ocular escolar está incluida en el Plan Estratégico Nacional de Salud de Zambia y en el Plan Estratégico Nacional de Salud Ocular, no se han destacado ni enfatizado acciones concretas. La integración del SEHP integral en el Programa de Salud y Nutrición Escolar existente es crucial, y esta institucionalización formal garantiza la financiación gubernamental, por lo que se puede asegurar la sostenibilidad del programa. Un estudio de aplicación realizado en Zanzíbar también demostró que un programa integrado de salud ocular en las escuelas es más rentable y funciona mejor que un programa independiente.2 Los esfuerzos continuados, como el compromiso constante con el gobierno y el trabajo en estrecha colaboración con fuertes defensores dentro de los departamentos gubernamentales, contribuirán al éxito de la integración. Vision Action también ha llevado a cabo una evaluación similar en Etiopía. Aunque se enfrentó a algunos retos adicionales debido al conflicto civil en la región, había muchas similitudes en cuanto a los factores favorables e inhibidores de la ampliación de la SBEH.
Los programas escolares de salud ocular de Zanzíbar adoptaron tradicionalmente un enfoque vertical, a menudo dirigido por organizaciones no gubernamentales. Este método, aunque ofrecía un fuerte control técnico y financiero con objetivos concretos1-3 en un plazo limitado4, a menudo se interrumpía bruscamente cuando cesaba la financiación. En entornos de escasos recursos, los programas de salud escolar están estrechamente vinculados a iniciativas de alimentación debido a las elevadas tasas de desnutrición infantil.5 Aunque son eficaces para mejorar la asistencia, reducir el abandono escolar y mejorar la alfabetización,1,2 sostenemos que abordar únicamente las necesidades nutricionales puede ser insuficiente. Incluso los niños bien alimentados pueden sufrir problemas de salud ocular, lo que repercute negativamente en su bienestar.
Reconociendo las características compartidas de alta carga,3,6 impacto educativo negativo, resultados positivos demostrados7,8 y rentabilidad9-11, nuestro equipo puso a prueba un programa integrado en 2016 en Zanzíbar. Esta iniciativa combinó la salud ocular en nueve escuelas con un programa de alimentación existente en Zanzíbar y comparó su rendimiento12 y rentabilidad13 con un programa tradicional de salud ocular escolar vertical en diez escuelas. El estudio también identificó los factores contextuales que influyen en el éxito de laintegración14.
En el modelo vertical (MV), sólo se llevaron a cabo intervenciones de salud ocular, que incluían un programa de concienciación a través de profesores y materiales de Información, Educación y Comunicación. A continuación, los profesores realizaban exámenes de salud ocular y remitían a los alumnos identificados al centro oftalmológico más cercano. Por el contrario, el modelo integrado (MI) incluyó intervenciones de salud ocular en el programa de alimentación escolar existente, que abarcaba alimentación, desparasitación, concienciación sanitaria a través de los profesores y mediciones antropométricas para identificar y derivar a los niños con problemas nutricionales para que recibieran un tratamiento adecuado.
Los resultados muestran que la MI logró una mayor cobertura (96%; n=5992/6257) que la MV (90%; n=5142/5713) en un plazo de cuatro meses, con un mayor compromiso voluntario de acudir a los servicios de atención oftalmológica (MI=63,6%; n=77/121 frente a MV=46%; n=46/100) y un mejor cumplimiento del uso de gafas (MI=71%; n=22/31 frente a MV=13. 3%; n=4/30).3%; n=4/30).12 La MI también demostró ser más rentable, con un coste por niño examinado de 1,23 USD para la MI y 1,31 USD para la MV, y un coste por niño identificado de 24,76 USD para la MI y 51,75 USD para la MV.13
Se identificaron seis factores contextuales clave que influyen en la integración de la salud ocular en el programa de salud ocular escolar. Los factores políticos y de las partes interesadas destacaron la importancia de la coordinación ministerial, la definición de funciones y la movilización de recursos. Los factores institucionales hicieron hincapié en la necesidad de coordinación, espacio clínico, recursos humanos y financieros, y promoción estratégica. El factor físico se centró en los retos relacionados con las largas distancias de viaje. Los factores culturales subrayaron el escaso conocimiento de la salud ocular entre padres, profesores y niños. El factor del sistema de prestación de servicios exigía un enfoque práctico, utilizando a los profesores como examinadores y abordando los problemas de carga de trabajo. Por último, la categoría "Otros" hizo hincapié en la importancia de contar con materiales de formación completos, una prestación eficaz, un plan de estudios mejorado, la selección de profesores, la supervisión y los incentivos.14
En conclusión, la adopción de un enfoque escolar integral que abarque la nutrición, la salud y aborde los problemas de salud ocular es vital para fomentar el rendimiento académico y el bienestar general de los niños, especialmente en entornos de escasos recursos. Este enfoque proporciona un método estratégico, pragmático y rentable para prestar servicios esenciales de salud ocular a los niños en esos entornos de recursos limitados.