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Únase a IAPBLos exámenes escolares tienen como objetivo principal detectar defectos refractivos significativos en los niños y dispensar gafas a quienes las necesiten. Deben establecerse criterios claros para las pruebas y la prescripción de gafas con el fin de optimizar el cumplimiento y la rentabilidad del programa. Aunque el indicador de visión a distancia (eREC) recomendado por la OMS es de 6/12, las pruebas de cribado en las escuelas deberían tener como objetivo un VA de corte de 6/9, teniendo en cuenta el excelente potencial visual de los niños. Sin embargo, un valor de corte inferior puede dar lugar a una mayor tasa de falsos positivos y, por tanto, aumentar los costes del programa 5.
Mientras que la miopía y el astigmatismo afectan a la AV de lejos, la hipermetropía es mucho más difícil de detectar en un entorno escolar. De hecho, todavía no hay consenso sobre si se debe examinar a los niños para detectar la hipermetropía, pero en estas directrices se recomienda evaluar la agudeza visual con una lente de +2,00.
Los cribados deben incluir también la identificación de afecciones oculares comunes en la infancia, como infecciones oculares (conjuntivitis), infecciones de los párpados (orzuelos) y alergias (conjuntivitis alérgica; catarro vernal). Aunque estas afecciones no afecten a la agudeza visual, pueden mantener a los niños alejados de la escuela o interferir en el aprendizaje. Otras afecciones oculares más graves que deben detectarse y remitirse a un proveedor de cuidado ocular para su tratamiento son el estrabismo (ojos hacia dentro o hacia fuera), las cataratas y la ambliopía.