Únase a una alianza poderosa y sin precedentes para mejorar la salud ocular de todos.
Únase a IAPBUna vez que se han establecido claramente las metas y los objetivos del programa, es el momento de reflexionar sobre las actividades y los procedimientos operativos del programa. Deben elegirse protocolos basados en la evidencia y basados en el personal disponible (por ejemplo, las directrices de aplicación del cribado de la OMS, REACH, el recurso pediátrico de la OMA).
Basándose en los pasos anteriores, deben estimarse los recursos para cada componente del programa.
El diseño de su intervención de salud escolar repercutirá en los materiales y recursos necesarios, las necesidades de formación y recursos humanos y el alcance de la prestación de servicios que se ofrezca durante las distintas fases del programa. Por ejemplo, una jornada de detección integrada puede incluir la detección y la prestación de algunos servicios básicos, como gafas, así como la derivación, pero un programa escolar de salud ocular puede incluir únicamente la concienciación sobre la salud ocular por parte de los profesores y la detección básica, derivando a los niños a servicios cualificados si es necesario.