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Patofisiología

DMAE seca

La DMAE seca causa un deterioro gradual de la mácula, generalmente durante muchos años, ya que las células de la retina mueren y no se regeneran. No existe un tratamiento actual para la DMAE seca. Alrededor del 10% al 15% de las personas con DMAE seca desarrollan DMAE húmeda. En la DMAE húmeda, los vasos sanguíneos anormales crecen dentro de la mácula y dejan escapar sangre o líquido, lo que lleva a la cicatrización de la mácula y a la rápida pérdida de la visión central.

En las primeras etapas de la enfermedad, el material lipídico se acumula en depósitos debajo del epitelio pigmentario de la retina. Estos depósitos se conocen como drusas, y pueden verse como manchas de color amarillo pálido en la retina.

El pigmento del epitelio del pigmento de la retina puede verse alterado, con zonas de hiperpigmentación e hipopigmentación. En las últimas etapas de la enfermedad, el epitelio pigmentario de la retina puede atrofiarse completamente. Esta pérdida puede ocurrir en pequeñas áreas focales o puede ser generalizada (atrofia geográfica).

AMD húmedo

En algunos casos, crecen nuevos vasos sanguíneos bajo el epitelio del pigmento de la retina y ocasionalmente en el espacio subretinal (DMAE exudativa o neovascular, o "DMAE húmeda"). Se puede producir una hemorragia que a menudo resulta en un aumento de la cicatrización de la retina. Las primeras etapas de la enfermedad son en general asintomáticas. En las etapas posteriores puede haber una distorsión considerable dentro del campo visual central, lo que lleva a una pérdida completa de la función visual central.

Algunas personas con DMAE seca desarrollan DMAE húmeda. En la DMAE húmeda, los vasos sanguíneos anormales crecen dentro de la mácula y dejan escapar sangre o líquido, lo que lleva a la cicatrización de la mácula y a la rápida pérdida de la visión central.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de la DMAE son la edad, los factores genéticos y el tabaquismo. La DMAE suele afectar a personas mayores de 60 años, pero puede aparecer antes. Numerosas investigaciones se han centrado en el papel de la dieta, la exposición a la luz y la asociación con las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo.

Impacto

La DMAE es la tercera causa más común de ceguera en el mundo y la principal causa de ceguera en los países de mayores ingresos con poblaciones envejecidas.

Aproximadamente el 5% de la ceguera a nivel mundial se debe a la DMAE. Se estima que globalmente 196 millones de personas tienen DMAE en 2020, aumentando a 288 millones en 2040.

La incidencia anual (nuevos casos cada año) de la DMAE temprana y tardía es del 1,59% y del 0,19% respectivamente. Las regiones de Europa y Oceanía tienen una mayor incidencia de DMAE (Zhou et al. 2021).

Tratamiento y éxitos

Actualmente no hay un tratamiento efectivo para la DMAE seca. Hay algunas pruebas de que los suplementos de vitaminas antioxidantes pueden retrasar la progresión de la DMAE hasta la etapa tardía de la enfermedad y la pérdida de la visión.

Los nuevos tratamientos para la DMAE húmeda han reducido la progresión hacia la ceguera. El tratamiento de la DMAE se ha revolucionado con el uso de agentes antifactor de crecimiento endotelial vascular que se unen al factor de crecimiento endotelial vascular o a sus receptores y frenan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Estas intervenciones se administran mediante inyecciones en el ojo. Sin embargo, son caras y sólo son aplicables a la forma neovascular de la enfermedad.

 

Créditos de las fotos

Rachael Ferguson